Las flemas son una secreción viscosa producida por las membranas de las vías respiratorias. Están compuestas principalmente de agua, glucoproteínas, anticuerpos, células muertas y bacterias.

En condiciones normales, las flemas se eliminan naturalmente al ser expulsadas al toser o son tragadas por el sistema digestivo. Pero en ciertas condiciones médicas, por ejemplo infecciones respiratorias, alergias, enfermedades pulmonares o irritación de las vías respiratorias, la producción de flemas puede aumentar significativamente, lo que puede causar molestias y dificultades respiratorias. En estos casos es importante tratar la causa subyacente y ayudar a limpiar las flemas para mejorar la comodidad respiratoria si es necesario.

Su función principal de las flemas es proteger las vías respiratorias atrapando partículas extrañas como polvo, polen, bacterias y virus y ayudar a eliminarlos del cuerpo.

Pueden variar en consistencia y color dependiendo de la causa subyacente y de la presencia de ciertas sustancias. Por ejemplo, pueden ser claras y delgadas durante una infección viral aguda o volverse más espesas y amarillentas o verdosas durante una infección bacteriana.

¿Cómo limpiar las flemas de una persona mayor?

Limpiar las flemas de una persona mayor puede ser una tarea delicada pero importante para garantizar su comodidad y bienestar. Aquí te dejamos una guía para ayudarte a limpiar las flemas de manera efectiva:

  1. Preparación: antes de comenzar asegúrate de tener todo lo necesario a mano, esto puede incluir pañuelos desechables, agua tibia, paño suave y un recipiente para desechar los tejidos usados.
  2. Posición cómoda: coloca a la persona mayor en una posición cómoda y semi incorporada, preferiblemente con la cabeza ligeramente elevada. Esto facilitará la expulsión de las flemas y ayudará a prevenir la aspiración.
  3. Hidratación: fomenta la ingesta de líquidos para ayudar a aflojar las flemas y hacer que sean más fáciles de expulsar.
  4. Respiración profunda: anima a la persona mayor a realizar respiraciones profundas seguidas de tos suave pero efectiva. Esto puede ayudar a movilizar las flemas y facilitar su expulsión.
  5. Masaje torácico: realiza un suave masaje en el área del pecho y la espalda para ayudar a movilizar las flemas. Utiliza movimientos circulares y ascendentes, evitando ejercer demasiada presión.
  6. Inhalación de vapor: si es posible, permite que la persona mayor inhale vapor de agua tibia.
  7. Limpieza de las flemas: usa pañuelos desechables para limpiar suavemente las flemas de la nariz y la boca.
  8. Higiene de manos: lávate las manos antes y después de ayudar a limpiar las flemas para prevenir la propagación de gérmenes y bacterias.
  9. Consulta médica: si las flemas persisten o la persona mayor experimenta dificultad para respirar fiebre u otros síntomas preocupantes, busca atención médica.
  10. Prevención: para ayudar a prevenir la acumulación de flemas en el futuro asegúrate de mantener bien hidratada a la persona mayor, promover la actividad física y mantener el entorno libre de humo y otros irritantes respiratorios.

Recuerda siempre consultar con un profesional si tienes preguntas sobre la salud respiratoria de la persona mayor.

¿Por qué se producen las flemas?

Son varias las razones que pueden contribuir a la producción de flemas:

  1. Infecciones respiratorias: las infecciones producidas por virus como el resfriado o la gripe y las infecciones bacterianas como la bronquitis pueden causar inflamación en las vías respiratorias, lo que conduce a la producción de flemas como parte de la respuesta del cuerpo para eliminar los patógenos.
  2. Bronquitis crónica: la bronquitis crónica es una afección respiratoria caracterizada por la inflamación de las vías respiratorias. En personas mayores puede ser una causa común de producción excesiva de flemas, especialmente aquellas con antecedentes de tabaquismo.
  3. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): la EPOC es una enfermedad pulmonar progresiva, las personas que la padecen a menudo experimentan una acumulación de flemas debido a la obstrucción de las vías respiratorias y la inflamación crónica.
  4. Alergias: las alergias a sustancias como el polen, el polvo o los ácaros del polvo pueden irritar las vías respiratorias y desencadenar la producción de flemas.
  5. Reflujo gastroesofágico: en algunos casos el reflujo ácido del estómago puede irritar la garganta y las vías respiratorias, lo que resulta en la producción de flemas.
  6. Ambientes contaminados: la exposición al humo de los cigarros, contaminantes atmosféricos u otros elementos ambientales irritantes, pueden irritar las vías respiratorias y provocar la producción de flemas.

 

En resumen, las flemas en personas mayores pueden ser el resultado de diversas condiciones médicas y factores ambientales que irritan las vías respiratorias y desencadenan la respuesta del cuerpo para eliminar las sustancias irritantes o patógenas.

Complicaciones en la persona mayor

El que la persona mayor tenga muchas flemas puede causar molestias y problemas de salud. Algunas de las consecuencias de tener muchas flemas son:

  • Dificultad para respirar: las flemas pueden obstruir las vías respiratorias lo que dificulta la respiración normal. Esto puede llevar a la tos o sensación de opresión en el pecho.
  • Infecciones respiratorias: las flemas pueden ser un caldo de cultivo para bacterias y virus, lo que aumenta el riesgo de contraer infecciones respiratorias como bronquitis, neumonía o sinusitis.
  • Tos persistente: la acumulación de flemas puede desencadenar una tos persistente e irritante, que puede afectar la calidad de vida, causando molestias y dificultando el descanso.
  • Dificultad para tragar: las flemas en exceso también pueden interferir con la capacidad de tragar de un apersona mayor, lo que puede provocar sensación de atragantamiento o dificultad para comer y beber adecuadamente.
  • Mayor riesgo de aspiración: si las flemas no se eliminan adecuadamente, existe un mayor riesgo de que la persona mayor aspire hacia los pulmones, lo que puede llevar a una infección pulmonar grave llamada neumonía por aspiración.
  • Disminución de la calidad de vida: la presencia constante de flemas puede causar malestar físico, dificultades para la realización de las actividades básicas de la vida diaria y alterar el bienestar emocional.

 

Es importante buscar atención médica si la producción de flemas es persistente o se acompaña de otros síntomas que puedan ser preocupantes, puede ser indicativo de problemas respiratorios subyacentes que requieran un tratamiento adecuado.

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