Elegir una residencia para mayores es una decisión importante y a menudo llena de dudas para la familia, ¿será el lugar adecuado?, ¿recibirán la atención y el cuidado que necesitan?

Es normal sentirse abrumado por la cantidad de opciones y factores a considerar. Desde la calidad de la atención, las instalaciones, la ubicación hasta las actividades y servicios disponibles. Cada detalle cuenta para asegurar el bienestar de los mayores.

En este artículo abordaremos los principales puntos a tener en cuenta y consejos prácticos para ayudarte a tomar la mejor decisión posible.

Cómo elegir una residencia de mayores para un ser querido

La decisión de trasladar a un ser querido a una residencia de mayores es una de las más importantes y delicadas que las familias pueden enfrentar. Es esencial encontrar un lugar que no solo satisfaga las necesidades físicas y médicas, sino también las emocionales y sociales del residente.

A continuación, te ofrecemos una guía para ayudarte en este proceso sobre cómo elegir una residencia de mayores:

“La ubicación de la residencia es un factor importante, pero no debe ser el determinante principal en la elección”

Evalúa las necesidades del mayor

Antes de comenzar a buscar, es crucial tener una comprensión clara de las necesidades específicas de tu ser querido.

Considera los siguientes aspectos:

  • Atención sanitaria: qué tipo de atención sanitaria necesita.
  • Movilidad: necesita ayuda para su movilización, utiliza ayudas técnicas.
  • Cuidados personales: necesita ayuda para la realización de las actividades básicas diarias como asearse, vestirse, comer…
  • Bienestar emocional: busca actividades sociales, terapia ocupacional, actividades lúdicas…
  • Necesidad del mayor y la familia: necesita una estancia para un fin específico como puede ser una rehabilitación neurológica, un postoperatorio, un periodo de descanso para el cuidador principal o una estancia permanente.

Ubicación de la residencia

La ubicación de una residencia de mayores es un factor importante a considerar, pero no debe ser el determinante principal en la elección.

Si la estancia es temporal o el residente tiene una necesidad específica que la residencia puede cubrir de manera excepcional, la cercanía al domicilio de los familiares puede pasar a segundo plano. En estos casos, la prioridad debe ser la atención y el bienestar del mayor, asegurando que reciba el cuidado y los servicios que necesita, incluso si esto significa optar por una residencia un poco más alejada.

Investiga y haz un listado

Una vez que tengas claras las necesidades, comienza a investigar cómo elegir una residencia de mayores.

Puedes obtener recomendaciones de amigos, familiares, médicos… crea una lista de posibles residencias, puedes visitar sus páginas web para ampliar información sobre los servicios que ofrecen.

Una vez comiences a realizar un listado, tienes que tener en cuenta si la residencia cuenta con unidades de convivencia especializadas y con qué nivel de especialización cuenta. Cuando estas unidades se encuentran bien definidas, pueden proporcionar un nivel de cuidado más alto y personalizado, lo que es esencial para el bienestar y calidad de vida del mayor. Qué tienes que tener en cuenta en estas unidades:

  • Adaptación a necesidades específicas: cada residente tiene necesidades únicas, especialmente aquellos con condiciones específicas como alzhéimer y otros tipos de demencia, párkinson, ictus u otras enfermedades crónicas. Las unidades especializadas están diseñadas para ofrecer una atención personalizada y un ambiente seguro que favorezca la movilidad, la autonomía y la sociabilización.
  • Personal especializado: contar con personal especializado, formado y capacitado en el manejo de condiciones específicas.
  • Programas y actividades específicas: las unidades especializadas ofrecen programas y actividades diseñados para mejorar la calidad de vida de los mayores, incluyendo:
  • Terapias ocupacionales: actividades y terapias que estimulan cognitivamente y físicamente a los residentes.
  • Intervenciones terapéuticas: programas específicos como musicoterapia, arteterapia o fisioterapia adaptada a la condición del residente.
  • Estimulación cognitiva: estrategias y actividades diseñadas para mantener y mejorar las funciones cognitivas en residentes.
  • Actividades lúdicas y de sociabilización
  • Cuidados y supervisión: las unidades especializadas suelen tener un enfoque más intensivo facilitado por el número de usuarios.
  • Centro libre de sujeciones: se utilizan sujeciones para el cuidado de mayores con alzheimer u otro tipo de demencias, o por el contrario es un centro libre de sujeciones.
  • Espacios adaptados y ambientes diseñados para el bienestar: el diseño y ambiente de una unidad especializada está adaptada a las necesidades físicas y cognitivas, con habitaciones con mobiliario adaptado, áreas comunes estimulantes, espacios al aire libre… ambientes tranquilos y confortables que promueven la tranquilidad y bienestar emocional.

Visita la residencia en persona

Las visitas en persona son fundamentales para evaluar adecuadamente una residencia.

Concierta una visita y presta atención a:

  •  Limpieza y mantenimiento: la residencia debe estar limpia y bien cuidada.
  •  Personal: observa cómo el personal interactúa con los residentes. Deben ser amables, pacientes y atentos.
  •  Seguridad: verifica las medidas de seguridad, como pasamanos, alarmas de emergencia y accesibilidad.
  •  Ambiente: el ambiente debe ser acogedor y sentirse como un hogar, no una institución.

Pregunta por los servicios y las actividades

Asegúrate de preguntar sobre los servicios y actividades disponibles:

  • Con qué tipo de atención sanitaria cuenta: disponibilidad de médico y enfermería, opción de médicos especialistas…
  • Hay servicios complementarios como podología, revisiones dentales…
  • Atención especializada: hay servicios especializados como programas de rehabilitación física y funcional, rehabilitación neurológica, sala de estimulación multisensorial…
  • Actividades: se cuenta con un programa de animación sociocultural y actividades dirigidas a la sociabilización.
  • Servicio de restauración: ¿es un servicio de catering o se cocina en el propio centro?, hay diferentes opciones de menú?, ¿hay dietas especiales? ¿se adecúa la textura para mayores con disfagia?
  • Hay servicios ideados para la belleza y bienestar
  • Hay otros servicios que favorezcan la sociabilización como puede ser una cafetería

Revisa las opiniones y reputación

Busca opiniones y testimonios de otros residentes y sus familias.

Las opiniones y comentarios en internet pueden ofrecer una visión valiosa sobre la calidad del cuidado, las instalaciones y el ambiente general de la residencia, pero no se puede confiar al 100% de todo lo que se dice. Las reseñas pueden ser subjetivas y en algún caso, hasta exageradas, tanto en aspectos positivos como negativos. Algunos comentarios pueden estar influenciados por experiencias personales o específicas, por lo que es esencial utilizar estas opiniones como un punto de partida y no como la única fuente de información. Completa siempre con visitas en persona a la residencia y habla directamente con el personal, residentes y sus familiares.

La combinación de fuentes te permitirá tomar una decisión informada y elegir la mejor opción para el bienestar de tu ser querido.

Evalúa la tarifa y la opción de financiación

La tarifa de una residencia es un factor muy importante en su elección.

Pregunta por la tarifa, la aplicación del IVA, qué servicios están incluidos en el precio y cuáles son adicionales.

Algunas residencias están adscritas al cheque servicio (ayuda económica gestionada a través de la ley de la dependencia). Infórmate si la residencia está adscrita a él, y si desde el centro asesoran y tramitan esta opción.

Habla con los residentes y sus familias

Hablar directamente con los residentes y sus familias puede darte una idea realista de la vida en la residencia.

Pregunta sobre su experiencia, lo que les gusta y si tienen alguna preocupación.

Revisa el contrato y el Reglamento de régimen interior

Estos documentos establecen los términos y condiciones del cuidado, así como las responsabilidades tanto de la residencia como del residente y su familia.

A continuación, te ofrecemos algunos puntos a considerar:

  • Servicios incluidos y tarifa: es fundamental entender claramente qué servicios están incluidos en la tarifa básica y cuáles tienen cargos adicionales.
  • Políticas de pago: comprende cómo y cuándo se deben realizar los pagos.
  • Reubicación del residente: entiende la política seguida por la residencia en cuanto a la ubicación del mayor y los posibles cambios.
  • Políticas de cancelación por ambas partes: tiempo de preaviso exigido para la cancelación del contrato, si se realiza algún reembolso si el residente finaliza el contrato antes del tiempo establecido, bajo qué circunstancias se puede cancelar el contrato…
  • Derechos y responsabilidades del residente: se debe detallar claramente cuáles son los derechos y las responsabilidades.
  • Visitas y comunicación: pregunta por la política de visitas, horarios y cómo se facilita la comunicación con la familia.
  • Estipulaciones y cumplimiento legal: asegúrate de que la residencia cumpla con todas las regulaciones y estándares legales:
    • Licencias y acreditaciones: verifica que la residencia tenga todas las licencias necesarias.
    • Cumplimiento de normas: asegúrate de que cumple con los estándares locales y nacionales de cuidado.

Confía en tu instinto

Finalmente, confía en tu instinto.

Si al visitar una residencia se siente como el lugar adecuado para tu ser querido, probablemente lo sea.