El párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más extendida y afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva
La doctora acaba de establecer su diagnóstico: tu familiar tiene párkinson. Y, más allá de la confusión o el desasosiego, empiezan a asaltarte nuevas preguntas: ¿qué puedo hacer por él? ¿cuáles son las fases de la enfermedad de Parkinson? ¿Cuál es la mejor forma de garantizar su calidad de vida y su bienestar? ¿Dónde pueden ofrecerle los cuidados que necesita? Sigue leyendo, queremos acompañarte en la resolución de todas tus dudas.
Qué es la enfermedad de Párkinson: causas y consecuencias
El párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más extendida y afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. Se caracteriza por la pérdida de neuronas en la sustancia negra, provocando una falta de dopamina. La falta de dopamina hace que el control del movimiento se vea alterado. Pero su causa, en la mayoría de los casos, es desconocida. Aún así, existen factores de riesgo, como son la edad, la carga genética o incluso factores ambientales.
Las primeras consecuencias que podemos percibir cuando aparece son movimientos rígidos, falta de equilibrio y temblores. Síntomas que se vuelven parte de la vida cotidiana del paciente y que se agravan a medida que avanza la enfermedad.
Su nombre se lo debe al doctor que la registró y describió por primera vez, James Parkinson, quien en 1817 publicó su monografía Un ensayo sobre la parálisis agitante (An essay on the shaking palsy).
Fases de la enfermedad de Parkinson
El desarrollo de la enfermedad de Parkinson varía en función de cada paciente, pero en 1967 se estableció la clasificación de Hoehn y Yahr, que trata de detallar las diferentes fases que a traviesa.
Estadio I: Inicio de la enfermedad
Es cuando aparecen los primeros síntomas, pero solo en un lado del cuerpo (afección unilateral). Permite una vida cotidiana y profesional normal.
Estadio II: Afectación bilateral y axial.
Los síntomas aparecen en ambos lados, aunque son más agudos en el primero en el que aparecieron. Durante esta fase aparecen los trastornos de la postura, el aumento de cifosis dorsal o la aducción de los miembros superiores, efectos que dificultan mantener una vida normal.
Estadio III: Afectación bilateral.
Funciones como el equilibrio se ven comprometidas, los reflejos postulares se agravan y es difícil enderezarse. Las caídas espontáneas son habituales, así como la congelación del movimiento. La autonomía personal en esta fase comienza a verse comprometida.
Estadio IV: Afectación bilateral con inestabilidad postural.
Caminar se vuelve complicado, se acorta el paso y el paciente tiene dificultades para girar. Además, aparece una sensación de fatiga constate y dolores. También se ve comprometida la habilidad comunicativa. Además de problemas conductuales como insomnio o cuadros confusionales.
Estadio V: Pacientes severamente afectados.
No todos los pacientes llegan a este estado, pero quienes llegan a esta fase son totalmente dependientes. Tienen que pasar gran parte del tiempo sentados o en cama y pueden aparecen problemas más graves como disfagia, úlceras o infecciones.
Tratamiento del párkinson en Valdeluz
En Valdeluz la salud de nuestros pacientes y la tranquilidad de sus familias son nuestra prioridad. Nuestros residentes y su calidad de vida es lo que realmente nos importa, por eso nos dedicamos de manera especializada a las necesidades de cada persona.
Todos nuestros centros cuentan con una unidad especialmente dedicada al cuidado de personas con enfermedades neurodegenerativas, como es el caso del párkinson, pensada para conseguir el mayor bienestar y confort.
Nuestro equipo de profesionales valora las necesidades de cada persona y, de acuerdo con los resultados, diseñan un plan de atención especializado y un programa de mejora adecuado. Contamos con un neurólogo experto en este tipo de enfermedades, que atienden a nuestros mayores haciendo seguimiento de la evolución de sus patologías.
Además, en nuestras residencias están profesionales expertos en el cuidado y la atención integral y personalizada dirigida a abordar los múltiples síntomas motores y no motores propios de esta patología. Nuestros psicólogos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, médicos, logopedas y trabajadores sociales trabajan con la persona para mantener y/o promover la actividad y mejorar su calidad de vida.
¿Quieres conocer cómo más sobre nuestro trabajo? Llámanos o ven a visitarnos, estaremos encantados de enseñarte nuestras instalaciones y resolver todas tus dudas.